Un 12 de Octubre, María Santísima de los Dolores en su paso de palio era el centro de todas las miradas, una estampa extraña cuando hablamos de un paso de palio en octubre, pero no en 2008, ya que la Bendita Madre de los Dolores cumplía 250 años, aunque curiosamente como ya decía Joaquín Caro Romero "como todo verdadero amor, no tiene edad, siempre está naciendo", además de aquello de "Te adoramos con tanta fe y ahínco, que contamos los años que no tienes, pues no has cumplido aún los veinticinco".
Con un tiempo amenazante de lluvia, amaneció el 12 de Octubre presagiando lo que nadie quería, que la Virgen de los Dolores no hiciera su recorrido procesional extraordinario pero, a partir de las cuatro de la tarde el cielo se abrió dejando pasar una tarde esplendida donde el sol combatía por relucir entre las pocas nubes que aun quedaban en el cielo lebrijanos.
Alrededor de la siete de la tarde se abrían las puertas del Convento de San Francisco para dar comienzo a la Procesión Extraordinaria. Con repiques de las campanas, se asomaba el paso de palio por el viejo cancel de madera y entre una nube de incienso se intuía la silueta de la Dolorosa, a sones de “Aniversario Mater Servita”, marcha compuesta para la ocasión. Salía desde el atrio del convento a la plaza Manuela Murube, para revirar hacia la calle San francisco, donde esperaban a Su Virgen. Un día en que Lebrija se echó a la calle y junto con numerosos foráneos acompañaron por calles diferentes a su recorrido habitual a María Santísima de los Dolores en una procesión gloriosa, donde la única lluvia que hizo acto de aparición fue la de mas de 15.000 claveles deshojados y lanzados a su paso por la casa de hermandad en la calle José Sánchez de Alva. Finalmente las Hijas de la Caridad recibieron, frente a las puertas de su asilo junto con los ancianos, a la Virgen de los Dolores, que tras ser saludada con el canto de la salve, recorrió los últimos metros para recogerse de nuevo en el Convento alrededor de las 22.15 de la noche, concluyendo así un día histórico en la Hermandad de los dolores. Un broche de oro para los actos del 250 aniversario de María Santísima de los Dolores.