viernes, 29 de enero de 2010

Esto empieza...

"Doblamos el cabo de enero. El tiempo se dilata o se encoge prodigiosamente. Contamos los días en la pizarra del Uno de San Román. Esperamos la aparición de signos que, pese a su repetirse, siempre nos sorprenden: la luz que empieza a alargarse, una caricia de aire tibio, un botón
blanco en un naranjo"

Carlos Colón, Pregón de Semana Santa de Sevilla 1996.

En estas fechas, a 57 días para el Domingo de Ramos, nos gustaría homenajear a la vez que recordar a toda la familia Servita especialmente y a todos los cofrades del mundo, que falta poco, que ya cruzan las esquinas la sombra de las parihuelas, que las túnicas cuelgan en las azoteas, y, que de aquí a poco el tiempo empezará a ser descontable, que todo esto no es más que una señal inequivoca de que ESTO EMPIEZA...







Primeros Ensayos de la Temporada...

miércoles, 27 de enero de 2010

Quién dijo que están remotas de Sevilla las Estrellas...





Adónde va esa Estrella que cruza como un escalofrío por entre
niños y globos y almas en estado asombro?
De qué firmamento ha huido para hacerse mujer en Triana?
Que hijos del cielo la están llevando a hombros
Qué extraña y temblorosa filigrana
Danza en mis labios cuando la nombro?

Va a Sevilla.
Viene de San Jacinto y a San Jacinto mira.
Quiere volver, atravesar su Altozano
Y una cava y una calle.
Y tantas vidas
tanto planeta temprano
que la espera de recogida.

¿Quién dijo que una Estrella
era un brillo lejano
Nacido en alguna huella
De un firmamento quebrado?
Quién dijo que están remotas
de Sevilla las estrellas
Si aquí hay una que alborota
Con su cara de doncella

Con su nombre de lucero
De esos que el cielo regala
las noches en las que espero
Con los sentidos en danza
Se me abalance la luna clara
Y la luna no se abalanza.

Con ese llanto que alcanza
La espalda de una emoción.
Lágrimas de redención
De este largo laberinto.
Es el llanto de una estrella
Que en el cielo dejó huella
Y que vive en San Jacinto

Carlos Herrera. Pregón Semana Santa de Sevilla 2001.


jueves, 21 de enero de 2010

Antonio Santiago...





Antonio Santiago Muñoz, cuando solo tenía doce años empezó a mandar un paso junto a su padre Manolo Santiago y Salvador Dorado (El Penitente). Ese mismo año guió a los primeros hermanos costaleros en la hermandad de los estudiantes del Martes Santo sevillano. Junto a sus profesores se mantuvo hasta 1977, saliendo al año siguiente compartiendo cuadrillas junto a los hermanos Ariza en las hermandades sevillanas de la Macarena, Cristo de Burgos y Resurrección.

Actualmente lleva de la mano, junto con sus auxiliares, una hermandad de Sevilla todos los días de la Semana Santa, excepto el sábado santo. Junto con la hermandad de la Misión que procesiona el Viernes de Dolores y otras hermandades de gloria, este noble capataz tiene el honor de ostentar el martillo de las hermandades de la Paz el Domingo de Ramos, las Penas de San Vicente, el Lunes Santo, los Estudiantes, el Martes Santo, Cristo de Burgos, el Miércoles Santo, los Negritos, el Jueves Santo, la Macarena en la Madrugá, la Sagrada Mortaja, el Viernes Santo y la Resurrección, el último domingo de la Semana Santa.

A pesar del alto prestigio que tiene este hombre, su comportamiento sencillo ante nosotros ha sido tan gratificante como es el ver sus pasos desfilar por el interior de la Santa Metropolitana Iglesia Catedral de Sevilla. Gracias a una hermandad pudimos conseguir el teléfono para contactar con él, efectuando de manera agradable la petición de entrevista.

Como no podía ser de otro modo, a Antonio Santiago en cuaresma solo puede localizar en dos sitios durante el día, o bien la clínica donde ejerce como médico o en el ensayo de algunas de las hermandades. En nuestro caso fue en el ensayo y traslado de los pasos de la hermandad de las Penas de San Vicente, un frío jueves de febrero.

Una vez llegados a la iglesia de San Vicente en el centro sevillano a cien metros de la plaza de la Gavidia y cincuenta del Museo de bellas Artes, nos embriaga el olor mentolado de un producto que están utilizando sobre várales de plata, una chica sentada a las puertas de la sala contigua de la iglesia, perteneciente a la hermandad de las Siete Palabras. Muy cerca de allí, un grupo de personas con costales bajo su brazo hablando, como no, de cofradías y de semana santa.

En torno a las nueve y media llega Antonio Santiago a la calle donde ya se aglutinaban unos cien costaleros, los cuales apremian en la realización de sus ropas ante la orden del capataz. Mientras acababan tuvimos la charla con uno de los capataces de Sevilla.

Entrevistador: ¿Qué es para usted la semana santa?
Antonio Santiago: La Semana Santa para mi es una tradición en mi familia, además de una fe que tengo porque soy cristiano y por lo tanto un momento del año de reflexión y de penitencia, y por supuesto por la tradición en mi familia una fecha especial por la vinculación que tenemos nosotros con las hermandades sacando cofradías.
Entrevistador: ¿De dónde le viene su pasión por la semana santa?
Antonio Santiago: De lo que he vivido en mi casa desde pequeño pues porque mi padre era capataz de cofradía y mi abuelo fue mayordomo de la hermandad de la exaltación de Santa Catalina en Sevilla, y bueno por eso en casa siempre se ha vivido la tradición de la Semana Santa.
Entrevistador: ¿Puede decirme un recuerdo de su infancia relacionada con nuestra semana mayor?
Antonio Santiago: La primera vez que me vestí de Nazareno en la Macarena, lo deseaba tanto que para mí fue un día y una noche inolvidable.
Entrevistador: ¿Cuál cree usted que es la diferencia más importante entre la Semana Santa de hoy y la de su infancia?
Antonio Santiago: Muchas diferencias, porque entre otras cosas han pasado muchos años. Son Semanas Santas distintas, yo viví la transición de los costaleros antiguos a los hermanos costaleros. Estuve siete años con los primeros y pienso que hubo un antes y un después en la Semana Santa de Sevilla con el inicio de los hermanos costaleros.
Entrevistador: ¿Cuál cree usted que es el patrimonio más grande de una hermandad?
Antonio Santiago: Las personas, por supuesto las personas además de las imágenes y los enseres, pero pienso que el patrimonio más grande que tiene una hermandad son las personas que están dentro de ellas. Las hermandades son grandes si son grandes las personas, el corazón y la unión que puede haber en una hermandad. No sería bueno que hubiera buenas cofradías y malas hermandades como existen.
Entrevistador: ¿Es usted con respecto a la Semana Santa en su conjunto, una persona renovadora o tradicional?
Antonio Santiago: Yo creo que se tienen que vincular ambos aspectos. La semana santa de Sevilla no sería nada sin tradición pero también es claro y notorio que la semana santa tiene que evolucionar con los tiempos, porque la semana santa de Sevilla del siglo diecisiete no es igual que la actual y está no debe ser igual a la que tendremos en un futuro. Hay que mantener la tradición pero también que hay ir evolucionando paulatinamente sin alterar en lo posible esta tradición con los tiempos.
Entrevistador: ¿Hermanos costaleros o costaleros profesionales?
Antonio Santiago: Costaleros hermanos que no es lo mismo que hermanos costaleros.
Entrevistador: ¿Costaleros más participes de la hermandad o exclusivamente durante los ensayos y en la salida procesional?
Antonio Santiago: Lo ideal es que participen durante todo el año en la hermandad, que vivan plenamente en la hermandad, aunque yo creo que esto es difícil al igual que con los jóvenes o acólitos, las hermandades tendrán que valorar ahora y en un futuro próximo qué aspectos o de qué manera habría que intentar atraer a las personas, sobre todo a los jóvenes, que yo creo que es la parte fundamental, para que vivan la hermandad, no solo con el culto, la caridad o la formación sino con otros aspectos que pueden entrar dentro de las actividades de la hermandad para traer a gentes.
Entrevistador: ¿Capataz de un solo paso o capataz general de la cofradía?
Antonio Santiago: Creo que hay que ser capataz general de una cofradía. La hermandad es una y tiene dos titulares, pero tiene un hermano mayor, un mayordomo, un prioste, por tanto la hermandad es una, y la cuadrilla también debe de ser una y para esto el capataz debe de ser uno. Por supuesto, nadie tenemos el don de la ubicuidad y tenemos que tener personas a tu cargo para poder organizar y dirigir los pasos.
Entrevistador: ¿Cuadrillas mixtas, cuadrillas de mujeres o de hombres o cuadrillas solo masculinas?
Antonio Santiago: Hoy por hoy en Sevilla las necesidades están cubiertas y hay que pensar solo en cuadrillas de hombres, pero entiendo que la mujer tiene pleno derecho a poder participar en una cuadrilla y por lo tanto, no soy contrario a eso. Pero sería como cuadrilla solo femenina, no mixta.
Entrevistador: ¿Costaleros uniformados o vestuario libre?
Antonio Santiago: Pienso que el costalero debe de ir uniformado, lo mismo que hay uniformidad en la hermandad, el costalero debe tener uniformidad a la hora de estar debajo del paso. Somos parte de la hermandad, así si los nazarenos van uniformados también nosotros debemos.
Entrevistador: ¿Zapatillas de esparto o de goma?
Antonio Santiago: Las zapatillas deben ser con cámara de aire, con elevación del talón, con la protección del tobillo. Cuanto mejor sea una zapatilla para el esfuerzo físico que realiza el costalero, pues mucho mejor.
Entrevistador: ¿Costales lisos o de elección libre?
Antonio Santiago: Creo que el costal debe ser blanco, que sirve para todos.
Entrevistador: ¿Cambios de paso dentro de una marcha o siempre sobre los pies?
Antonio Santiago: Lo más tradicional y lo más ortodoxo es que el paso siempre vaya igual. Si es un paso de palio sobre los pies, si es un misterio con el paso largo y racheao y si es un Nazareno pues igual. No soy participe de los cambios porque creo que se hace de cara a la galería y es una escenificación del trabajo del costalero con el cual no estoy de acuerdo. Los protagonistas de esta historia son lo que van arriba no los que lo llevan ni los que vamos delante.
Entrevistador: ¿Inclusión de hermandades de barrio en la nomina de la semana santa Sevillana o salida exclusiva por sus barrios en vísperas?
Antonio Santiago: Siempre que sea posible y la hermandad crezca por eso, me parece bien. Ahora si la hermandad va a venir al centro, a hacer estación de penitencia a la catedral y eso va a detrimento a su crecimiento y a su poder en su barrio es un error. Habría que valorar cuanto se gana por una cosa y cuanto se gana por otra.
Entrevistador: ¿Pondría usted una cofradía en la calle con un riesgo de precipitación del 50%?
Antonio Santiago: No.
Entrevistador: ¿Pasos con bandas detrás o en silencio?
Antonio Santiago: Creo que la música sirve para engrandecer el acto, no creo que haya música que no le vaya bien a un paso. La música ennoblece mucho más el acto que el silencio, y por muy fúnebre que sea la hermandad siempre hay marchas. Mozart compuso la misa de réquiem, que es música, y la marcha fúnebre es de Chopín. Pienso que la música le da mucha más prestancia y recogimiento a algunos paso que en silencio, lo que habrá que escoger es la música apropiada.
Entrevistador: ¿Marcha cofrade de banda de tambores y cornetas o agrupación musical preferida?
Antonio Santiago: Me gustan muchas, hay muchas marchas y bandas buenas. Si tengo que decir una, saeta.
Entrevistador: ¿Marcha cofrade de banda de música preferida?
Antonio Santiago: Macarena, del maestro Cebrián.
Entrevistador: ¿Cofradía en la calle de día o de noche?
Antonio Santiago: Los dos aspectos son bonitos, pero uno piensa que el diseño de una paso de palio sea la noche, la Candelaria, aunque si lo ves de día también es precioso al igual que los paso de Cristo. Creo que la Semana Santa de Sevilla está hecha más para la noche que para el día.
Entrevistador: ¿Qué le gusta más, la salida o la entrada de una cofradía?
Antonio Santiago: La salida, la entrada se acaba, se nos está acabando esto.
Entrevistador: ¿Qué le gusta más, la cofradía a la entrada en campana o en la Plaza San Francisco?
Antonio Santiago: En ninguno de los dos sitios, se dice que la campana es importante, pero pienso que le hermandad tiene que ir bien desde que se levanta en la iglesia un paso hasta que se posa.
Entrevistador: ¿Qué lugar de Sevilla recomendaría para ver una cofradía?
Antonio Santiago: Cualquier parte del centro de Sevilla es bonito. Yo huiría de los tópicos como son la Alfalfa, la cuesta del Rosario, la del bacalao, y vería la cofradía en otras partes que también son zonas típicas de Sevilla donde no se reúne tanta gente.
Entrevistador: Siempre hay que dedicar una levantá a ________________.
Antonio Santiago: Los costaleros y sobre todo, a la familia y a los enfermos o difuntos que tengan los costaleros y la hermandad.
Entrevistador: ¿Qué le pide a una persona que quiera llevar un paso?
Antonio Santiago: Que sea responsable.
Entrevistador: ¿Cuál debe ser el principal motivo para meterse en una trabajadera?
Antonio Santiago: Afición y devoción.
Entrevistador: Dime la primera palabra que se la pase por la mente cuando diga unos nombres: Cuaresma
Antonio Santiago: Sacrificio.
Entrevistador: Pregón de Domingo de Pasión.
Antonio Santiago: Disfrute.
Entrevistador: Domingo de Ramos.
Antonio Santiago: La gloria.
Entrevistador: Azahar.
Antonio Santiago: Un olor que quisiera tener todo el año.
Entrevistador: Madrugá.
Antonio Santiago: La misma gloria.
Entrevistador: Jesús crucificado.
Antonio Santiago: Cristo de la Buena Muerte.
Entrevistador: Incienso.
Antonio Santiago: Ya llega lo que a mí me gusta.
Entrevistador: Virgen María, madre de Dios.
Antonio Santiago: Nuestra Esperanza.
Entrevistador: Resurrección.
Antonio Santiago: Resumen de toda la vida del cristiano.
Entrevistador: Semana Santa.
Antonio Santiago: La ilusión de muchos cofrades


Entrevista a Antonio Santiago, Cuaresma de 2008. Fuente: Diario de Lebrija.

miércoles, 20 de enero de 2010

Manuel Villanueva y el Herodes...




Manuel Villanueva Granados,
capataz del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús del Silencio.

"En dos Años la cuadrilla adoptó el sello que nunca ha perdido"

Ha cumplido este año 25 años como capataz del misterio y repasa toda su trayectoria al frente del martillo. Desde que cogió el martillo ha logrado convertirlo en uno de los estilos de andar más reconocidos en toda Sevilla.
Javier Macías.

-Usted ha debido tener muy buenos maestros...
-La escuela es de mi padre -Antonio Villanueva-, ya que empecé a trabajar con el en 1963 hasta 1970. Ese año me fui a trabajar con Manuel López Díaz, "El Moreno", y Domingo Rojas Puerta. Cuando pasó un tiempo y ellos me vieron suelto, me empezaron a dar cancha y adquirí más experiencia. Empecé como segundo capataz, aunque con Domingo Rojas empecé a mandar las cofradías que teníamos porque el tenia un pólipo en las cuerdas vocales y no podía hacerlo. Como capataz principal empecé cuando se fundaron las cuadrillas de hermanos costaleros. Yo llegué a la Amargura con mi hermano Carlos, que ya había sido capataz del misterio en los años 1980 y 1981, que estuvo conmigo hasta que se fue a San Roque.

-Y la saga continua...
-La verdad es que sí. A mi hijo Antonio le gustan mucho las cofradías y eso es muy importante para aprender. Nosotros sabemos que tenemos una buena escuela y él lo fundamental lo ha aprendido muy bien. Cuando él llegó, los tres primeros años, le dejaba que hiciera cositas, hasta que lo vi preparado y con categoría. Mi hijo ahora está cogiendo experiencia y veteranía para hacer las cosas con seguridad. El día que me di cuenta fue cuando pasó por primera vez el "Herodes" por la estrechez de Francos. Me lo pidió y yo le dije que sí, "pero como le des un porrazo tú y yo estamos en la calle". Me sorprendió como lo hizo. Eso me da mucha tranquilidad por que cuando yo me vaya se quedara alguien con condiciones para hacer las cosas bien. Aunque no pienso en retirarme, entiendo que cuando me vaya -porque nadie es perenne-, se tiene que quedar una persona capaz de sustituirme. La gente habla muy bien de él y como su padre me siento orgulloso.
Sus inicios junto a su padre en San Benito.

-¿Sintió algo especial ese año?
-Siempre se siente año especial porque cuando se cumple algo así se mira hacia atrás y se te vienen muchas vivencias a la cabeza. Casi todos momentos buenos, aunque también algunos duros, como cuando llegue y la cuadrilla estaba desecha. La verdad es que me volqué y puse toda la sabiduría en esta cuadrilla. En dos años se montó y comenzó a coger el sello y auge que hoy en día tiene.

-¿Este sello lo pone la hermandad o su ideal de cómo debe andar un paso?
-Nadie me dijo como tenía que ir, aunque yo sabía cuál era la idiosincrasia de esta cofradía. Me dejaron trabajar y gustó como iba. Este paso tiene un sello distinto porque no todos tienen que ir igual, aunque son de la misma escuela. Me acuerdo que en el primer ensayo se puso un cassette y no me gustó como salió andando el paso. Desde entonces no he puesto nunca música en los ensayos porque creo que lo primero que hay que hacer es enseñar a andar al costalero y, consiguiéndolo, ya se le ponga una banda de cornetas y tambores o una de música, anda perfectamente. Eso salió muy bien y de hecho cuando hace falta que el costalero se olvide de la música lo hace sin más.
-¿Como recuerda su primera vez delante del misterio, le dio miedo ese paso tan grande?
-Miedo no, me causaba y me causará siempre respeto, como en todos los pasos que mando. Yo cuando toco el martillo el Domingo de Ramos siento un gran respeto porque no se le puede perder la cara. He tenido la gran suerte de mandar misterios grandes como el de la Lanzada o el del Porvenir y cuando llegue aquí venia con bastante experiencia.

-¿Hay mucha diferencia en la cuadrilla desde entonces hasta ahora?
- El estilo de trabajar y de andar es el mismo desde que me hice cargo de la cuadrilla. Lo que sí ha cambiado es la gente porque ahora quedan muy poquitos de los que empezaron, aunque se han ido retirando poco a poco. También es cierto que la doblé forzado por las circunstancias, porque no me gusta tener dos cuadrillas para un mismo paso. Hasta hace pocos años se mantuvo con dos relevos y quizá fue este paso de los últimos que se dobló. Lo tuve que hacer porque, gracias a la fama que adquirió, cada año se presentaban mucho aspirantes y no pude seguir manteniéndolo. Lo que nunca haré es echar a nadie que valga para meter a alguien nuevo, porque entonces destruiría todo lo sembrado. El que entra aquí se amolda al sistema y sabe adónde viene. Este paso se paseó igual cuando no era la cuadrilla doble que ahora que si lo es, y así se demostró el pasado Santo Entierro Grande, cuando muchos se fueron a sacar otras cofradías y no completé las dos cuadrillas.

-¿Cuál ha sido el mejor momento que ha vivido aquí?
-Me quedaría con los Santos Entierros de 1992 y 2004 porque siempre se hablaba de que el misterio sale el Domingo de Ramos y por eso iba así y se demostró que el Sábado Santo, con menos costaleros incluso, se paseó incluso mejor. El paso de vuelta venia "volando".

-Es el canon en cuanto andar clásico---¿le enorgullece esa idea?
-A mí lo que me enorgullece es el fruto de mi trabajo, tanto en la Amargura como en las demás hermandades. En todos los sitios pido lo máximo de los costaleros y siempre se ha ido a más. La gente viene aquí muy motivada.

-¿Hay mucha lista de espera?
- Hay mucha gente esperando pero yo no tengo lista de espera porque no me gusta. Pongo a los que veo más preparados pero, como me quedo con las caras, sé quien lleva más tiempo intentándolo. Este año han entrado tres nuevos y uno de ellos llevaba cinco años. Me da pena tener que decir año tras año que no hay hueco. Yo les diría a los hermanos y a los no hermanos que quieran entrar en la cuadrilla que no dejen de intentarlo.

-Fue muy emocionante la levantá por Maripili antes de salir...
-Sí. Cuando pasó lo de Maripili y vi a sus padres, con quienes tengo una gran amistad, además del cariño que le tenía a ella, me afectó muchísimo. El Domingo de Ramos estaba dándole vueltas al paso y vi a Manolo rezándole a la Virgen y pensé que había que rendirle un homenaje a su hija, porque era una persona extraordinaria.

Boletín de la Amargura, Mayo 2009.
Publicado por El sobrino en martes, septiembre 01, 2009
Etiquetas: artículos, noticias. Maestros del Martillo

lunes, 18 de enero de 2010

Afinando Oidos...























El pasado Domingo día 17 de enero nos desplazamos a la vecina localidad de Utrera para asistir a un concierto benéfico de marchas procesionales. Se celebró en la caseta municipal de dicho municipio y era a beneficio de la Hermandad de la Trinidad, para arreglar el techo de su capilla, el cual se vino abajo hace pocos meses. El cartel era amplio, con siete formaciones músicales:
- Banda de Cornetas y Tambores Amor de Cristo de San Juan de Aznalfarache.
- Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte de Conil de la Frontera.
- Banda de Cornetas y Tambores de la Vera-Cruz de Los Palacios y Villafranca.
- Banda de Cornetas y Tambores del Rosario de Arriate.
- Agrupación Musical "Los Polillas" de Cádiz.
- Banda de Cornetas y Tambores de la Vera-Cruz de Utrera.
Agrupación Musical "Los Muchachos de Consolación" de Utera.
Aquí dejamos algunas y imagenes y algunos videos del concierto, a falta de las dos bandas locales, que no llegamos a oirlas.

martes, 12 de enero de 2010

Y en esto que llegó la Paz...



















































Por último, llega la Paz desde el Porvenir, con ella concluimos la visita a algunas célebres hermandades de la capital hispalense y por tanto, estas entradas tipo inventario a la espera de nuevas visitas para conocer el patrimonio humano y artístico de la hermandades que nos rodean en toda Andalucía. De forma especial, nos gustaría hacer con ella una dedicatoria especial para el amigo "Maestro", a ver si le da suerte y pueda empezar este año a tocar palo en la Señora del Porvenir.