domingo, 1 de febrero de 2009

Cofradías en la Edad Media

Según Chevalier, las cofradías son en cierta medida la institución maestra de todo el sistema de socialización, es decir, la integración de los individuos en el medio social y la difusión del modelo cultural y sus valores. Las cofradías surgen como respuesta a unas necesidades en el plano urbano medieval. Las primeras noticias sobre las cofradías se tienen durante la caída del Imperio Carolingio, etapa insegura donde la gente tiende a asociarse, estando estas asociaciones mal vistas por los obispos, ya que muchas veces provocaban altercados.

En el siglo XIII las cofradías viven dificultades ya que los reyes o autoridades son hostiles a estas cofradías que promulgaban la igualdad entre sus miembros lo que iba contra el orden social estamental establecido.


En el siglo XV se vuelven a expandir las cofradías, pero ya controladas por el poder público, es decir, ya depuradas y ya no se habla en las fuentes de las malas cofradías. Es un movimiento donde cada año surgirán nuevas cofradías, desaparecerán otras y algunas se unirán.

En principio en las cofradías podía participar todo tipo de personas (hombres, mujeres, esclavos, libres, etc.). Hay varios tipos de cofradías:

  •  Vecinales: formada por los integrantes de un barrio o aldea
  •  Cofradías de oficios (gremios): que pudieron ser el origen de las corporaciones de un oficio.
  •  Sociales: por pertenencia a un estamento social o por tener una procedencia común.

En el sur de Italia y Francia las había que integraban a pobres, ricos y esclavos, y se pretendía la igualdad entre los miembros. La mayoría rechazaban a los clérigos, aunque también las había que los aceptaban. Dentro de una cofradía, no todos tenían los mismos derechos, ya que el grupo mayoritario era el que accedía a los cargos. Hay además cofradías que ponían una cuota para que no entraran pobres, sobre todo en el mundo aldeano, donde el campesino rico buscaba distinguirse. También había cofradías que tenían una cuota especial para pobres.

La cofradía se define en general como asociación religiosa con el fin de realizar actos de culto y ayudar a los que lo necesitan. El culto se daba según el origen de la cofradía (el santo del oficio que integra la cofradía, el patrón del lugar de procedencia de los miembros, etc.). En el caso de que se elija un patrón, se elige a los que tienen poderes taumatúrgicos milagrosos para defenderse de la peste y otras enfermedades. Las reuniones de la cofradía se realizaban en la parroquia, en capillas, monasterios o conventos, y las cofradías más ricas se hacían su propia iglesia. En la fiesta grande del patrón hay procesiones, actos litúrgicos, festejos, se representa un orden jerárquico, se visten todos iguales para distinguirse como grupo, se hacen comidas colectivas que duran varios días. En estas comidas comunes beneficiaban a los más necesitados, repartiendo lo que sobraba, invitando a comer a los pobres, haciendo recolectas para comprar comida para los pobres. Es una religiosidad destinada a un carácter público.


En la Baja Edad Media, se generalizan los disciplinantes, gente que se infligen castigos y torturas que se vincula a una mayor religiosidad.

Otra función es la ayuda mutua entre los distintos miembros de la cofradía. No sólo se ayudan económicamente, sino que la principal ayuda es espiritual, es decir, garantizan el entierro, rezos por el alma, misas. Se busca más la ayuda para la otra vida que para la presente, pero también hay ayuda terrenal, como los fondos para desempleados y enfermos a los que también se cuida. La ayuda no solo se realiza a miembros de la cofradía, sino también a terceros.

Las cofradías son también una forma de distinguirse socialmente, limitando el acceso a grupos de la élite como caballeros, nobles o patricios. También hay cofradías en las que no aceptaban a miembros de la oligarquía a menos que hicieran manifestación pública de humildad.

El poder fáctico tenía reticencia a que se formaran cofradías, como el Papa, aunque por el contrario, las cofradías a veces eran utilizadas por el poder para controlar a la población. A veces estas cofradías eran órganos donde las minorías marginadas de la política municipal se sentían representadas, por eso el poder las rechazaba.

Por último, para los recién llegados a la ciudad eran un medio para integrarse en la sociedad urbana.

Después de ver este estudio sobre el origen de las cofradías, y comparándolas con las actuales, parecen un claro precedente, no diferenciándose tanto en ciertos puntos después de seis siglos.